Aunque hay algunas formas de no salir perjudicado económicamente en una herencia con deudas, es importante saber que una persona puede disponer de sus bienes en el testamento pero no puede disponer de sus deudas, así que si aceptas una herencia y resulta que el difunto tenía deudas, también heredas las deudas.
Por ejemplo, si heredas un piso hipotecado recibirás el inmueble y también tendrás que asumir la deuda hipotecaria.
Así, nuestro Código Civil recoge que las deudas se heredan. Y además, establece que los derechos de los acreedores del fallecido deben ser garantizados por lo que la masa hereditaria debe disminuir hasta cubrir las deudas contraídas por el causante. Si una vez cubiertas las deudas queda un remanente de bienes, se reparte entre los herederos.
¿Qué son las deudas hereditarias?
Las deudas hereditarias son las obligaciones financieras contraídas en vida por la persona fallecida y que no han sido pagadas en el momento de la defunción. Si bien es cierto que el fallecimiento de un ser querido es un momento doloroso y uno no está para pensar en estas cuestiones, no queda más remedio que afrontarlo cuanto antes para no complicar más la situación económica.
Estas deudas pueden ser muy variadas:
- Préstamos personales.
- Impuestos pendientes.
- Deudas médicas.
- O cualquier otro compromiso económico que la persona haya adquirido en vida.
Es importante comprender que, en principio, las deudas no desaparecen con la muerte; más bien, forman parte de la masa hereditaria que se debe liquidar durante el proceso de sucesión.
¿Cómo evitar heredar deudas?
Cuando un cliente sabe que va a heredar deudas lo primero que nos pregunta es si puede evitar recibirlas. O quizá el cliente no sabe exactamente cuál es el alcance de dichas deudas y está dudoso de si aceptar o no la herencia.
Ante esta cuestión siempre decimos que la ley permite al heredero la posibilidad de deliberar sobre aceptar o renunciar a la herencia. El derecho a deliberar favorece al heredero para poder conocer la situación real de la herencia y tomar decisiones informadas dentro del plazo establecido.
Pero si en tu caso conoces perfectamente cuál es la situación económica de la herencia y cuáles son sus deudas la ley permite dos opciones para evitar recibir una herencia con deudas.
Dos opciones para no heredar deudas:
- Aceptar a beneficio de inventario: en este supuesto, solo respondes de las deudas hereditarias hasta donde alcance el patrimonio heredado. Es decir, no respondes de las deudas hereditarias con tu propio patrimonio.
- Renunciar a la herencia: en ocasiones simplemente es preferible renunciar, pues no todas las herencias son beneficiosas. Al renunciar, se evita la adquisición de las deudas asociadas a la herencia, pero también se renuncia a los activos. Esta decisión debe tomarse con cuidado y asesoramiento legal personalizado, ya que implica renunciar tanto a las obligaciones como a los beneficios.
Ahora bien, ten en cuenta que si renuncias habiendo ejercido el derecho a deliberar debes pagar los gastos ocasionados para la formación del inventario.
Ejemplos Prácticos: Heredar un Piso Hipotecado o un Préstamo Personal
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Heredar un Piso Hipotecado:
Si un familiar deja un piso hipotecado, el heredero puede decidir asumir la hipoteca, vender la propiedad para saldar la deuda o renunciar a la herencia. La elección dependerá de la situación financiera y las preferencias del heredero.
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Heredar un Préstamo Personal:
En el caso de un préstamo personal pendiente, el heredero puede estar obligado a asumir la deuda si decide aceptar la herencia. No obstante, si opta por renunciar, no heredará la deuda asociada al préstamo.
En conclusión, las deudas hereditarias son una realidad que debe abordarse con cuidado y asesoramiento legal. Las soluciones existentes permiten a los herederos proteger sus propios activos y tomar decisiones informadas durante el proceso sucesorio.